sábado, 14 de noviembre de 2009

Ortografía del adiós

Adiós es una palabra que se escribe con punto final. No es como la coma de un "que te vaya bien, nos vemos mañana"; vaya, ni siquiera los puntos suspensivos del ingenuo  "quizá un día nos volvamos a encontrar, hasta entonces".

Adiós es una palabra que se escribe sin signos de interrogación, porque sólo debe ser pronunciada cuando es clara su inevitabilidad. Tampoco admite signos de exclamación, porque nadie merece que su final esté marcado por la violencia. No; adiós se escribe así: desnudo, sin artificio ni enmascaramientos; sin aspavientos ni dramas.

Adiós es una palabra casi excluída de mi lenguaje. Porque jamás la digo sin pleno compromiso con su verdad y sin responsabilizarme de sus implicaciones; al igual que "te prometo" o "te amo". La investigación histórico-lingüística demuestra que desde 1996  no laceraba mis labios pronunciándola, hasta ahora.

Adiós, por supuesto, se escribe sin "H"; porque la "H" es muda, y el silencio empieza realmente despúes de haber dicho adiós.

Es necesario precisar que cuando el corazón ha sido sincero, adiós no puede escribirse sino desde lo más profundo del alma, que mantiene la honestidad con la realidad y el compromiso consigo misma por caminar arrecho.

Por éso, cuando se ha tenido que decir adiós, lo procedente es utilizar la función salto de página e iniciar una nueva sección de ese documento que es nuestra historia.

jueves, 12 de noviembre de 2009

JUSTICIA PARA UNAS NALGAS

Este artículo me llegó por correo electrónico. Creo que vale la pena darle espacio acá.

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JUSTICIA PARA UNAS NALGAS... Para los niños, olvido.

Recientemente a una roquera famosa (¡eeey, güeeeera!) la perjudicaron en codiciada parte de su anatomía. En México, solo tres leyes se cumplen cabalmente: la Ley de Herodes, la Ley del Embudo y la Ley de Gravedad. Pues bien, esta tercera ley había cumplido sus efectos, y el prominente trasero de la cantante mencionada empezaba a mirar al suelo (¡Hacer el amor, con oootro, no, no, noooo!).

Entonces la roquera acudió a una clínica en la que le inyectaron una substancia extraña, con la promesa de que aquella parte luciría “¡eternamente bella, bella, con un hechizo de gitana!”. El resto de la historia es bastante conocido: en lugar de erguirse orgulloso, aquello tomó la forma de un paisaje lunar. Ya no solo el trasero, la vida misma de la cantante estuvo en serio peligro.

Entró en acción la justicia. Inmediatamente fue detenida la dueña de la clínica. Después de una intensa búsqueda, el doctor que practicó las inyecciones fue apresado. Luego fueron detenidos ocho empleados de la empresa productora de la substancia inyectada. El resultado del fallido levantamiento de nalgas: diez personas detenidas.

Puede hacerse ahora una amarga comparación: mientras las instituciones actúan para ofrecer justicia a dos nalgas heridas, los niños fallecidos y heridos por el incendio en la bodega ABC, sus abatidos padres, sus familias, todo Sonora entristecido, todo México consternado esperan justicia. Vale comparar los balances: por una parte dos nalgas heridas, diez reos; por la otra cuarenta y nueve niños fallecidos, una detenida (la infortunada empleada del IMSS cuya labor era revisar los menús).

Este balance pone al descubierto una característica de las instituciones mexicanas: están diseñadas para cuidar a la gente VIP (very important person). A los ojos de los gobernantes (Calderón, Bours, Padrés, Gándara) los niños fallecidos o heridos y sus familiares fueron y son mexicanos de segunda. Por ello el juez federal que atiende el caso fijó, para los dueños de la bodega-guardería, una fianza de dos mil pesos. $ 40.82 por niño. Cuarenta pesos por cada vida perdida.

Por eso Padrés se dio el lujo de ratificar a Abel Murrieta, el procurador de Bours. Por eso Calderón, en su reciente visita, ignoró a los padres de los niños fallecidos. Es que no se apellidan Gómez del Campo... ni siquiera Guzmàn.

Martín Vélez

sábado, 7 de noviembre de 2009

12...13...14

Para muchas personas el Tarot es un instrumento del demonio, es satánico, es perverso. Para otras - pecado mayor en tiempos del pensamiento moderno- es supertición, charlatanería y a lo mucho mera proyección psicológica. Y por supuesto, sí que hay mucho charlatán en el mundo, y mucha gente que se acerca a esta herramienta desde una actitud de vida fatalista, de víctima y determinista.


Reconocido lo anterior, es interesante leer el lenguaje, la semántica y la narrativa intrínseca de esta obra cultural. A fin de cuentas, como dice la expresión "nada humano me es ajeno" y en todo producto cultural se puede rastrear la búsqueda de las sociedades humanas, para iluminar la propia.

Entre la gente que se acerca al tarot, especialmente entre los novatos y los charlatanes, la carta más temida es la marcada con el número 13 El Arcano sin Nombre (mal llamado "La muerte"). En el conjunto de la obra, tiene su razón de ser que esta carta NO SEA NOMBRADA, no tenga nombre. En todo caso, esas son disquisiciones que se apartan de lo que quiero decir.

Pero, a mi pobre entender y mi particular experiencia, es mucho más delicada y temible la aparción de la carta marcada con el número 12 El colgado.

El Arcano sin Nombre simboliza los ciclos de TRANSFORMACION PROFUNDA. Nuestras resistencias al cambio son las que nos hacen experimentar tales transformaciones como si muriéramos. Claro, toda transformación marca un final, algo que termina o muere. Pero también implica hacer balances, y recoger la cosecha de lo sembrado y nutrido en el pasado (si la cosecha es buena o pobre, es responsabilidad de nuestras acciones pasadas). Ante todo, marca nuevos inicios, nueva vida, nuevas siembras. Personalmente podemos vivir la experiencia de transformación desde la determinación a cambiar o desde la resistencia al cambio. Nuestra actitud marcará el grado de excitación o dolor con que vivamos la transición. Pero sea con nostros, sin nosotros, o a pesar de nosotros, la situación se mueve, avanza, evoluciona.

El Colgado, por ptra parte, simboliza a una persona incapaz de romper los lazos o amarras que le inmovilizan. Sean promesas, ideas de deber, o compromisos; su vida está suspendida mientras no tome una decisión de liberarse. En sus manos está la capacidad de hacerse cargo de su vida, de sus decisiones, de sus compromisos. Pero, en general, cuando aparace El Colgado, la persona prefiere evadirse, esconder la cabeza, perder la honestidad con la realidad y autojustificarse desde el victimismo. Personalmente se puede vivir la experiencia del colgado desde la ofrenda generosa y el heroísmo; como desde el malsano prometeísmo, el victimismo o la impotencia. Pero sea como sea, siempre indica una experiencia de estancamiento, de quedar en el aire... hasta que la persona se defina claramente.

Toda persona pasa por ambas experiencias, creo. Yo estuve varios años como un hombre colgado. Y desde el 6 de julio, se me representaría mejor con la imagen del arcano sin nombre. Sí; desde mi experiencia el 13 no es motivo de miedo -por más que implica sus resistencias, su esfuerzo, y sus despedidas y tristezas- sino de esperanza. En cambio, recordar la experiencia de tener la vida suspendida por falta de definición propia...ah, eso si que es de temer!!!.

P.D. Una de las muchas formas de acercarse al tarot, sin necesidad del aspecto adivinatorio, es como una narrativa humanista de los procesos de evolución social/personal. La carta 12 muestra a alguien atado, suspendido. La carta 14 La templanza es símbolo de nuevos inicios, de una cura, de un milgaro, de renovaciones y resurrección. Pero ojo... no se puede pasar de la posición de víctima impotente y suspendida a una resurrección, sin vivir la experiencia de involucrarse personalmente en una transformación profunda. Independientemente de lo que uno pueda pensar del tarot, creo que esta conclusión es aceptable desde nuestras experiencias vitales. ¿No creen?

domingo, 1 de noviembre de 2009

Nutrir la esperanza

Te veo
mujer de 33 años, mestiza, guatemalteca
mujer en búsqueda,
en lucha
enamorada
amable

Te veo
mujer de cincuentayquéimporta años
experimentada
lúcida
pésima contando chistes
extraordinaria oteando nuevas veredas

Te veo
varón de barbas y videocámara
con huaraches, tequila y preguntas
para retar, para comprender,
para provocar

Te veo
con tus 35 años de experiencia
como educador popular
completamente jalisquillo
totalmente dispuesto a aprender de quien está enfrente

Te veo
escandalizada por las provocaciones
de este abogadillo defeño;
y comprendo que si alzaste la voz
fue para defender lo que en tu comprensión
es irrenunciable para defender a los pequeños

Es tan fácil nutrir la esperanza
   basta con verte...
     con verme...
         con vernos.