jueves, 14 de enero de 2010

El primer paso (de un millón más)


Despierto, una vez más, de madrugada. 5:30 de un helado jueves y una frase rebota por todo mi cuerpo Keep moving forward.

No. No es ningún accidente el que me recuerde a mí mismo el deseo, necesidad y capacidad de seguir avanzando; la sabiduría no sólo de dejar caer a la espalda cada segundo que ha cumplido su razón de ser, sino de intencionar el músculo y el hambre hacia lo desconocido-por-conocer.

No; por supuesto que no es coincidencia que hoy me despierte a mi mismo (pun intended)  en el idioma de Shakespeare ¿O era shake-spear?

Tampoco es de sorprender que en el transcurso del día, haya ido destrabando -hora a hora- asuntos que parecían aletargarse en la marisma de la rutina. Desde el acuerdo para un nuevo litigio de responsabilidad por negligencia en la defensa jurídica de un trabajador; pasando por la gestación de una nueva etapa en la estrategia para la región carbonífera; reforzándose en la claridad que desde el norte me convoca como pasos a nutrir - y para evitar que a mediano plazo me lleguen tres Xingadazos quebecos-; y sobre todo los relanzamientos emocionales/sentimentales que llevan su ritmo como diría Serrat: sin prisa, pero sin pausa

A punto de dormir, y movido por la cursiosidad con los antecedentes de despertares en madrugadas anteriores, me puse a buscar si la expresión es parte de alguna canción. Así llegué a Moving Forward, de Hoobastank. Bastante apta como ejercicio de sincronicidad. La frase que me redondeó la experiencia del día fue And I take the first step of a million more.

Mmmm. Sí, suena y re-suena.

Seguir avanzando no necesariamente es el sprint de un corredor de 100 metros planos. Lo importante es mantenernos dando el primer paso, por esta vez, cada vez. Una plática; un currículum enviado; un boleto de autobús que se compra para tomar de nuevo la carretera. Nada espectacular (hasta que llegas a una nueva ciudad y comprendes lo que llevas recorrido).

Vale. Es hora de dormir. Mañana viernes tomo de nuevo la carretera a Coahuila. Y mientras llega septiembre/octubre -que sigue apareciendo en el estudio de los cuentos chinos-  les/nos deseo millones de nuevos y mejores primeros pasos.

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